martes, diciembre 25, 2012

Canto primero./





¿Dónde ha ido el oír de una mujer, o un hombre, que pudiese leer estas líneas de miedo y pena, en la planicie de mis tribulaciones ajeno yo a las miradas espadas de tantos que no me desean el bien/ y que me sumerjo hasta ahogarme en mi; tu lector, que quieres?

¿ADÓNDE ha ido ese primer canto de Maldoror desde que su boca, llena de hojas de belladona, lo dejó escapar a través de los reinos de la cólera, en un momento de reflexión? Dónde ha ido ese canto... No sé sabe con precisión. Ni los árboles ni los vientos lo conservaron. Y la moral, que pasaba por ese sitio, sin presagiar que tenía en esas páginas incandescentes un enérgico defensor, lo vio dirigirse con paso firme y recto hacia los rincones oscuros y las fibras secretas de las conciencias. Por. lo menos, la ciencia da por sabido que desde ese tiempo el hombre de figura de sapo no se reconoce a sí mismo, y cae con frecuencia en accesos de furor que le hacen parecerse a una bestia de los bosques.
No es culpa suya.

cocina






Tu hoyuelo cuenco lleno de leche tibia
La maceración del cuerpo para la comilona avezada

Los ases de luz que iluminaron justo ahí
Y la pereza de quien estuvo y se fue.

calle roja...





Le quiere enseñar a una mariquita como invernar.
y/o dar suerte.
 Verlo hoy en una calle roja...
   Que gracia la bobera hermano. Pero
      Si parece que hay gente que no aprende nunca.
         Y los rayos, dejáme decir rayos, me llegan a mí,
             desviados por espejo piola rotito.


Le quiero enseñar a una mariquita… que bárbaro.