sábado, febrero 28, 2009

Sol: él, o, que me importa lo que dice la cosmo...

Sabanas color marrón oscuro; pelo corto y mandíbula marcada (afeitado).

Sus manos recorrían mis partes sutilmente
Casi parecían flotar sobre mis partes
Sus manos

(Yo masticaba un chicle de gusto a alga)

Hombre de apetito abierto
(Mi sol se enciende en noches de luna que mengua).

Quiero ser la carne de su necesidad
Su grito o aullido
En sabanas de color marrón
y mandíbula marcada


mi sol me había dicho que mis partes son las sutiles
que porto con partes sutiles yo
que sus manos solo siguen a su necesidad
y que yo soy su apetito



vimos la peli esa de: Y tu que sabes?
tardes antes

Y mi sol, escribió esto (que me dejó en la heladera):

Los fantasmas no son fantasmas. Cuando despiertas,
antes que tu mente pueda ordenarse en condicionamientos y
con ellos al mundo para ti, puedes, esta en vos, crear un universo nuevo y enfrentar a los fantasmas. Que no son. Como no es la muerte.
: Esto es lo que decía el científico enroscado en su guardapolvo amarillo de blanco
con una nariz de claun titilante y una gran sonrisa.
(Alguien encesta su papel hecho bollo en una canasta).
Antes que al día lo conformes con ideas tolerables a tus reglas adquiridas o al menos respetadas, enfréntate en esos momentos a la moto que arranca y hazla un camello placido (la sonrisa de una niña; un globo rojo). Enfrenta a los fantasmas, ahí mismo
(en su construcción).
Somos un pájaro que se canta y su canción; y,
quien lo observa.



Continuará...

No hay comentarios: