miércoles, junio 11, 2008

4 ESTACIONES _____ texto viejísimo un toque tuneado_

En verano, el espejo al sol, el agua tibia, afeitarse. Ella en el mismo patio, descalza, junto a la maceta acebrada y el malvón con sus púas y sus flores rojas, baldea;
o charquito de humedad que se sonríe ante la luz (estrella sol). En la tarde. Mejor mañana; así como promesas de esperanza promete, miente y llora. No prométas.



Día nublado. La temperatura es una sensación que se percibe con el estomago vacío. Él abre su camisa, pero antes recuerda abrir la ventana para dejar que el viento se la vuele. Ella lo mira, lento; y se acepta el haber negado sus años a otro hombre que infeliz se desmorona en los burros. Le ceba mate en un jarrito. Cae una hoja.



Llueve. Y la pareja se acurruca bajo las frazadas ásperas. Y uno piensa en la condensación del techo de zinc; en no mojarse los pies con la gotera insipiente. Una, teme sin saber porque razón. Sin hablarse se besan. Cuando sus cuerpos empiezan a sentir que existen la lluvia deja de caer. Pero ella teme. Relámpago y trueno.



Hay,
ése árbol
que sabe
de lo
que es bueno. Cercano a las
vías. Junto a la casa.
Mirá como prevé
el advenimiento
de la bonanza.
De la graciosa
rima. Del lúdico
gesto del jugar juegos.
Su sabiduría porque es
quieta domina a los seres
que lo ven sacudidos sin fe
ni animo. Piensan que tan malo
será ser lo indefenso a las agresiones
así ellos: pobres árboles. Primeras hojas verdes de primavera: nuevo ciclo.

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