Tendremos que aprender a podar Chichi voraz. Cotorrita mañanera parlanchina china pequeña lodazal. No dejar de sentir al colgado ni su resurrección Pero podarle los suplicios o los alaridos penosos o al revés, infligirle un golpe mortal del que no pueda volver; del que tenga que cambiar y hacerse hombre. Como una venda taparle la mirada y que no desee ya más a la renombrada feminista luz. (Mamma).
Dedicarte una oda a tu pérdida. Dedicarle una foto sucia a tu recuerdo. Así Voraz:
En tu alma tiesa
Como un arlequín dormido
En los cien logros que no llegan en los ojos
(en la falta; en el suplicio)
De tu madre recién asesinada
Ahí
te quiero ver
Con tu morrana de bicho fiero
Con tu almidón en el ojal
Y
Aun más
En los festejos que no llegan en el ojo de la tormenta
Pero sin penitas bobas
Ojo!
...Son esos momentos de puente extremo
Donde sacas a bailar a lo mejor que tenes
Y ahí está Vida
Y el cielo puede ser una nube como en el tango
Un reflejo viejo pero piola
“El picor es después del dolor”
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