¿Su virtud preferida?
No sé cuál es la diferencia entre cualidad y virtud... La virtud sería algo así como un don?... entonces la respuesta sería: el don de tener un don... Algo para amar bien, vivir bien, dar bien...
¿Cuál es su ocupación preferida?
Leer libros brillantes, hermosos, geniales y escribir, de vez en cuando, alguna frase que se sostenga en varias lecturas propias y ajenas.
¿Quién habría amado ser?
Me gusta esto que soy... con algunas mejoras... pero igual va bien así...
¿El rasgo principal de su carácter?
La demasía? "Siempre Ud. verá en mi algo que sobra" -eso dice Tsvietáieva-... tal vez eso... y mi avidez.... y mi rápido aburrimiento... y más cosas que ahora se me pierden de vista...
¿Su sueño de felicidad?
Lo vengo diciendo en algunas respuestas anteriores: también una casita en el mar. (Y se me vuelven a enturbiar los ojos, supongo que por la cerveza y el vino blanco dulce)...
¿Cuál sería su mayor desgracia?
Perder lo que tengo.
¿Eso que querría ser?
Feliz más. Esta vigilia es muy dura a veces.
¿El color que prefiere?
El verde es mi color hace años... pero últimamente me lo robó un amigo que inventó un verde Zettel. Andrés desde hace 25 años dice que me queda bien el rojo, entonces también lo adopté. Me gustan muchos colores... Creo que son fundamentales en mi, en quien casi todo entra por los ojos –como decía mi abuela Clara–, los colores.
¿La flor que más le gusta?
Miriam, la mujer de Hugo Savino me enseñó a gustar del olor de los nardos... Pero me gustan las flores comunes... hay unas blanquitas, insignificantes, que junto desde chiquita en cualquier lado, en el campo de Entre Ríos o en los canteros de Bs.As.... que son veteaditas de color amarillo y violeta, con rayitas muy chiquitas, son silvestres, completamente silvestres y tienen un perfume singular, hermoso.
¿El ave que más le gusta?
En mi parra anidan palomas que a todos desagradan, a mí me da lástima sacarlas... Los teros y las gaviotas acompañaron sueños de amores imposibles toda mi infancia, en el mar cuando iba sin querer ir y los teros de las quintas que había en Concepción y a las que mi mamá nos mandaba a traer verdura fresca, la quinta de Don Mora tenía dos teros que solíamos reconocer...
¿Sus héroes en la vida real?
Los que pudieron vivir felices, los que supieron vivir con alegría. Irina Bogdaschevski... me olvido de muchos otros... Carlos Correas que... no quiso vivir ciego y pobre y se mató... Héctor Libertella…
¿Sus heroínas en la historia?
Algunas autoras geniales: Nelly Sachs, Ajmátova, Leonor Picchetti... debe haber más... Y la que desde hace más de 12 años me toca más cerca: Marina Tsvietáieva.
¿Sus nombres favoritos?
Ana. Los nombres sencillos, cortos, claros. Los nombres de la gente que quiero profundamente.
¿Qué cosas detesta por encima de todo?
La hipocresía, el que digan una cosa por otra, el que hablen por grupos de palabras, con frases hechas...
¿Personajes históricos que más desprecia?
No son importantes en mi vida.
¿El hecho militar que más admira?
Diría todo lo contrario... Tal vez no salimos aún de la Segunda Guerra Mundial...
¿La reforma que más admira?
Milita Molina me contó siempre que Jane Bowles en una entrevista al fin de la Primera o Segunda Guerra al ser preguntada por algo así: se durmió.
¿El don de la naturaleza que quisiera tener?
La sencillez que es belleza. Y que también es igual a la delicadeza más extravagante.
¿Cómo le gustaría morir?
Tarde, muy tarde, muy lejos en el tiempo, nunca.
¿Estado presente de su espíritu?
Un poco desolada, triste y muy llena de cosas increíbles... correspondencias que asombran... que ruedan a mi alrededor... (y esto ya lo escribí en A maroma).
¿Cuál es su lema?
"No te dignes" –el que le regaló Tsvietáieva a su hijo Mur al nacer... No sé... es el que ahora recuerdo y es una altivez que creo que va.
fine
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