El río susurro
Claudia... Claudia...
¿Donde esta el río que se pierde; esa veta en la piedra; en el mar quizás, q se pisa los hartazgos mientras en las hamacas de la plaza se columpia, silba, chupa ron; y ay de aquel q le toque las desesperanzas y si lo recuerda, lo hace con humo en el bochin o presión desmedida en los premolares; maxilares demoledores de alimentos, donde, quien heces cree q es?.
Claudia... me habías mandado un mensaje de pocas líneas… en paret:”cuando te quedas solo con tu mente, el cuerpo te pide”. Así como una sentencia profética sus/tus palabras en el mail
o carta o mensajes de humo gris en la tarde, sobre el cine-cielo, golpearon detrás de la nuca, tan fuerte que, aun/todavia hoy
no me repongo. Ando pelotudo o tuda por las brecha de trenza q me trenza las ideas en un maremágnum de ostias: Taste pintado de goma, anhelo celes-te, brutal del ahogo y pura, su intención, que duele y, cómo apena su amor. A mi. Ay: lalá.
Me voy a la mierda. Atraigo con un guinche: la flecha q tuve clavada en un costado. La miro en la foto caída dejada usada, con su agujero bien hecho. Al sol. Claudia... Ahora
me siento culpable. Distraída,,,, Siento la mecha q va a encender la púa q va a encender la percha q va a ser
de mi vida
un infierno: Me veo suplicar. Faltarme el aire. Y,
pensar en infinidad de cosas q .. en las q
no quiero: Un volcán de agua barre las astillas de la memoria
Moría a cada rato Eros Emociona tensa perlada
joderé
una pala para tapar el hueco
pozo sin fonda ¿si digo hombre beberè, Flora? (no estoy bien lo se lo se). El recuerdo se astilla. Agrietando-nos las ganas de seguir de pie
a tientas
escondidamente sabedores de la cual responsabilidad
en el mezquino entregarse
a la tapadura del choto en el fuego del vacío
río susurrado
y a medias lleno
Olvido
o
Mustio encanto.
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