lunes, enero 26, 2015

Salsa César



Tu marido todavía estaba tibio
 ¿Estas
              para matarme de ganas?
La explicación como abismo.


           Estoy obstinado en destruir la poesía
       a la poesía
   a las búsquedas de estéticas dominantes
a lacerar la plenitud jocosa en el decir      incluso
        excluirme
                  bien lejitos.  


Mientras tu marido estaba tibio         nos fuimos            a tocarnos.








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