miércoles, junio 13, 2012

José Eugenio Sánchez, el primer "popeta"




José Eugenio Sánchez es hijo de la poesía, pero sobre todo del rock, de los cartoons y del cine. Su obra es divertida, fresca, también es el trabajo de un sociólogo de la soledad. Conoce aquí más de su obra

Sábado 07 de mayo de 2005 Por José Jaime Ruiz | El Universal

Hasta donde alcanza la mira, José Eugenio Sánchez es nuestro primer "popeta". Alguno de los 35 mil lectores de Letras libres pudo disfrutar su poema "Balada de las últimas bombas" en la edición de abril. Ese poema es una muestra de que para el poeta regiomontano (aunque nació en Jalisco en 1965) no existe la poesía sin personajes, sin máscaras, es decir, sin el "yo".
Sánchez es hijo de la poesía, pero sobre todo del rock, de los cartoons y del cine. Sus influencias "popéticas" provienen del western, de Leone, de Bertolucci, y de grupos como Led Zeppelin, pero también de Bob Dylan, Leonard Cohen, Lou Reed y Tom Waits, por mencionar algunos. Si es cierto que Borges se atrevió a decir que el western había salvado a la épica en el siglo XX, Sánchez usa esa épica para volverla lírica: riff. Guitarra, sí, pero también formato wave.
Physical Graffiti (Colección Visor de Poesía) es un western en su parte más intensa llamada "El asalto a las putas". Lo demás pasa del homenaje a la Mujer a una nostalgia por la generación perdida del rock inaugural, además de Charly Parker y de Ella Fitzgerald. Nacido en los sesenta, a Sánchez le "platicaron" los sesenta. Y, sin embargo, su nostalgia nada tiene qué ver con la tristeza, acaso con la ironía.
Su más reciente poemario, La felicidad es una pistola caliente (Colección Visor de Poesía, 2004), es una traducción metafórica de la mítica canción de los Beatles. Sociólogo de la soledad, los poemas de Sánchez apuntan a una sociopatía tranquila, con mesura, con lapsos circundantes, con la dejadez de quien se sabe inútil porque inútil es toda provocación o prevaricación. Cronista de lo inútil, el poeta regiomontano puede reírse de la formalidad de las presentaciones literarias (cfr. "el día de las guacamayas") o de las "íntimas tristezas reaccionarias" (ver "un verdadero héroe de la revolución"). 

Y así, José Eugenio Sánchez es el "popeta": 

Meditación en las costas donde las tortugas entierran sus huevos
oh no no no:
mi debilidad sería morir en la bóveda del señor burns
en la chequera del internazionale
o en la polvera de pauline 


contento estoy por el dinero sí
y por las mujeres y los hombres con dinero sí
y por los lugares que lo tienen

adoro el dinero
quiero cuatro clones mostrándome mi ropa cada mañana
y una tribuna de golf charlando conmigo por las noches


en estos días debería de haber algo diferente
pero poco puedo hacer con esta mascarilla de pepinos
y el martini que oh casi casi se me tira


 en estos momentos de amor maroma rebote frontón pista de hielo
asiento trasero del coche
donde lo único importante es el dinero
y el sexo por EL dinero
y por dinero 

la cantante duerme con un loco & CO; un abusivo; un representante & CO; un depravado: un hombre de siglo xx*

 *INTERVENSION DE Los  POEMAs  por  



 Hace unos días, El Universal publicaba:

BOGOTÁ. sobre el poema :  La coma de la luna.
"El criterio es buscar poetas que los guíe el sentido. Excluimos la poesía retórica, esa de la que lees páginas y páginas y no entiendes nada", explicó el poeta Víctor Manuel Mendiola.
"Y es que cada vez se lee menos poesía seguramente porque la gente no la entiende, por este motivo los antologadores de La coma de la luna han basado su selección en la capacidad de estos poemas de acercarse a la gente y hablar de problemas comunes, lejos de los 'artefactos verbales que son lo más aburrido del mundo', opina Mendiola. De esta manera se eligieron 114 poemas o fragmentos de 36 autores publicados entre los años 1945 y 2002".
"Se encuentra Sánchez en esta antología? No lo sé. Lo que sí sé es que Sánchez reúne y une todos los requisitos para ser un comatoso y un lunático más. Y lo que sí sé es que una democracia debe defender a las minorías. En un mundo donde la libertad es un supermercado hay que apostar también por la literatura difícil y no sólo por la retórica del consumismo que pregona Mendiola.
José Eugenio Sánchez baila como si el mundo apenas fuera a nacer, por eso la poesía de este regio tapatío no se construye: brota. Todo en Sánchez es sonrisa, carcajada. Olivia Doerge, reportera de Rumbo, dice: "Sólo le faltan los cuernos, su risa es diabólica". En el "Azúcar" de San Antonio, Texas, el poeta danza y se dice el mejor bailarín del Tercer Mundo, los poquísimos cubanos que allí habitan le concedieron la razón. Y para algunos latinoamericanos este hijo de Sánchez es un escritor de culto, sus libros se leen de pie y con fruición en las librerías chilenas o colombianas.
Octavio Paz le concedió a Sánchez el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe a la Joven Creación, fue el último premio que concedió el poeta mexiquense. Acosado por la Fundación, Sánchez tuvo que hablarle a Paz por teléfono. Absorto, Sánchez tomó el auricular y marcó... Contesta el autor de Libertad bajo palabra y Sánchez se presenta y afirma después de una pausa: "No tengo nada qué decirle". Paz contesta: "Yo tampoco", cuelga. Una semana después, Octavio moría. 



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